Unión de dos grandes Mundos (J.M.A)
José María Arguedas fue un grande de la literatura peruana,
nos regaló con sus
obras una parte de nuestra peruanidad ya que Perú es un país
multidiverso que
así como dice Arguedas es de: “Todas las Sangres”. Arguedas
fue también un
gran escritor indigenista que se distinguía de los demás
escritores peruanos por
ser autobiográfico ya que sus obras transmitían un
pensamiento sofocado acerca
de la diversidad social y cultural, ya que vivimos a diario
luchando contra la
discriminación, el racismo y la desigualdad. A pesar de ser
muy bueno Arguedas
vivía todos los días en una lucha consigo mismo sobre cómo
vivió su dura y
melancólica infancia.
La quinta obra de Arguedas y la que también fue la más larga
se titula: “Todas las
Sangres” esta novela trata sobre relatar el conjunto de la
vida peruana, por medio
de escenarios gráficos y sociales, aunque se centra más en
la sierra. Arguedas
sin duda defendió la cultura andina siendo
el un mestizo, la defendió como si fuera
la suya por eso en más de una ocasión se le escucho decir:
“Soy indio de
espíritu y mestizo de cuerpo”, este comentario se aplica
claramente
porque desde niño sufrió muchas penurias, su padre era un
abogado por
lo tanto viajaba mucho, entonces quedo a cargo de su
madrastra, una mujer que
no lo quería, por eso lo obligaba a vivir con los sirvientes
(indígenas)
fue así como aprendió el quechua, las costumbres del mundo
que hasta ese
momento no tenía ningún valor1. El título
alude a la variedad racial regional y
cultural de la nación peruana, en esta novela el autor quiso
mostrar que Perú es
un país con mucha variedad de razas humanas y por lo tanto
existen conflictos por
los cambios que se dan en las poblaciones andinas por el
progreso
contemporáneo. Arguedas tuvo una manera muy peculiar y única
a la hora de
escribir. Esto se debió a que abordo temas que en ese
momento no eran de suma
importancia, además nos ayudó a comprender lo que significa
el mundo andino ya
que le dio vida a árboles, ríos, cerros, etc. Defendiendo
siempre así el
indigenismo, lo que podemos resaltar de Arguedas es esa
maravillosa manera de
mezclar dos idiomas, es decir, el castellano quechuizado,
así como “Yawar Fiesta”
y “Agua” obras en las que más se puede apreciar esto. Tal
vez ahora no sea tan
notorio, pero en aquella época no era tan común esto de
combinar dos idiomas.
Por lo que se aprecia podemos distinguir que el castellano
se elevó en práctica
mientras tanto los otros van disminuyendo. La pregunta aquí
es: ¿Por qué
dejamos de lado parte de nuestra cultura? Acaso será por
vergüenza como ya lo
dije o simplemente por miedo. ¿Miedo? ¿A qué? ¿De qué? Será
miedo de que
sean discriminados o excluidos de algo. Miedo a que tengan
burlas o sean
víctimas de bullying2.
En conclusión, las obras que nos regaló Arguedas permiten
alimentarnos de amor
por nuestra patria, si bien es cierto que en Perú existen
“dos mundos” que
vendrían a ser el castellano y el quechua, es decir indios y
mestizos no es motivo
o razón para avergonzarnos, más bien para apreciar la
hermosa tierra en la que
vivimos porque en fin pertenecemos a una misma cultura, un
país en donde corren
todas las sangres, y se llama… PERÚ.
ENSAYANDO CON ARGUEDAS
Arguedas,
un hombre que a pesar de los muchos problemas familiares, dio a conocer al
mundo con su gran sensibilidad y sabiduría, la gran riqueza cultural del Perú,
en especial, del mundo andino. También mostró la cara de la injusticia y
miseria de los marginados, de los que están sometidos a la tiranía y al abuso
de poder.
Con
su mente prodigiosa, escribía las obras como nadie, siempre muy nacionalista y
siempre hablando de la discriminación que sufren los habitantes de los pueblos
andinos y que él mismo sufrió en su propia casa con su madrastra y hermano;
hasta en su colegio sintió ese problema social que es la marginación y el desprecio
por ser diferente, por ser de otra raza.
Arguedas
prácticamente toda su vida fue testigo carnal de esa marginación, siendo
menospreciado por sus compañeros en la escuela, por su madrastra, hermanastro y
muchas otras personas más con las que le tocó toparse a lo largo de toda su
vida, y eso era algo que él no soportaba, le dolía y sufría por ser subestimado
tan solo por su raza. Él estaba dispuesto a cambiar esa injusta condición que
tenía el pueblo indígena, quería demostrar que los habitantes del ande son
fuertes, inteligentes y sensibles.
Así
lo hizo, cuando llegó a Lima, lo humillaron en la escuela por sus rasgos y su
manera de hablar, pero pronto les demostró que era un buen estudiante, el que
tenía las calificaciones más altas. Se sentía orgulloso de su origen, quería
que los demás conocieran y valoraran a la gente de los pueblos del Perú
profundo.
Arguedas
marcó una etapa en la escritura del Perú, hoy hablaré de una de sus obras que
refleja la gran miseria humana de la gente que vive encerrada en prisión. Para
los periodistas y para los seguidores de Arguedas esta es una de las mejores obras
que él escribió, me refiero a “El Sexto”. Esta obra conmocionó al Perú hablando
de las condiciones infrahumanas, de la corrupción que se vive en la cárcel, del
abuso de poder, y otras situaciones que son lamentables.
Él
refleja en su obra lo que le pasó en la vida real, porque él fue encarcelado
injustamente. En la obra cuenta las experiencias de Gabriel, durante su prisión
en la conocida cárcel limeña. El Sexto estaba dividido en 3 sectores que
representan los grados de peligrosidad: avezados, primarios, y políticos.
Arguedas sentía que el trato en la cárcel era injusto, no había equidad y había
mucha injusticia. Por eso, en su obra nos habla de la discriminación, de la corrupción
y de que no se respetaban los derechos humanos porque en el “Sexto” había
violaciones en contra de los vagos porque era los más “débiles”. Los más
avezados hacían lo que se les antojaba: prostituían a los homosexuales, vendían
droga y muchas cosas más. Los policías no le daban importancia a lo que ocurría
en la cárcel. Era un “infierno” lo que se vivía ahí todos contra todos, cada
uno de los personajes buscaba la manera de sobrevivir, pero los más fuertes y
desalmados son los que tenían más oportunidades.
Arguedas
define El Sexto como una escuela del vicio y de la generosidad. En la
actualidad ya no se ve esto último, porque he sido testigo en mi comunidad de
Independencia que muchos que delinquen caen presos, algunos por insignificantes
robos, y salen avezados delincuentes, con mentalidad de querer más, pues esas “mañas”
lo aprendieron en la “escuela” que es la cárcel.
Lo
narrado por Arguedas evidencia que hasta en la cárcel hay problemas sociales y
de discriminación que hoy por hoy aún se ve en el Perú.
Arguedas
es un escritor que hizo cambiar la mirada al respecto del Perú por su forma de escribir
y porque no tenía miedo de expresar sus ideas y mostrar las cosas de las que
hablaba. Él quería mucho a su pueblo, a los paisanos, en general, a su Patria.
Quería preservar la cultura y las costumbres de los pueblos andinos
Para
los grandes escritores, críticos literarios y periodistas, si Arguedas no
hubiera muerto, hubiera conseguido el premio Nobel de Literatura.
Debemos
seguir el ideal de Arguedas para luchar contra la discriminación y construir
una sociedad más justa y unida, respetando su diversidad cultural.
El Chasqui